Comprender la relación entre la presciencia de Dios y la libertad humana
La cuestión de cómo la presciencia de Dios puede coexistir con la libertad humana ha sido un debate central en la teología filosófica durante siglos. Si Dios sabe todo lo que sucederá, ¿significa esto que no somos verdaderamente libres en nuestras elecciones? ¿Puede la libertad humana existir junto con la omnisciencia divina, o el conocimiento de Dios del futuro hace que todas nuestras acciones estén predeterminadas? En este artículo, exploraremos los puntos de vista de William Lane Craig sobre la presciencia divina, enfocándonos particularmente en un concepto llamado “conocimiento medio”, que proporciona una posible solución a este complejo problema.
El conocimiento de Dios sobre todas las posibilidades
William Lane Craig comienza enfatizando que la presciencia de Dios no entra en conflicto con la libertad humana. Sólo porque Dios sabe lo que sucederá no significa que nuestras acciones sean necesarias o inevitables. Craig explica que todavía tenemos la capacidad de elegir lo contrario, y si tuviéramos que elegir de manera diferente, entonces Dios habría conocido de antemano esas diferentes opciones. Esta idea a menudo se malinterpreta como “causalidad hacia atrás”, donde una acción futura parece causar el conocimiento de Dios en el pasado. Sin embargo, Craig sostiene que este no es el caso; más bien, el conocimiento de Dios es un reflejo de lo que elegiremos libremente.
El conocimiento de Dios es integral y abarca tres tipos clave de conocimiento. Primero, Dios posee **conocimiento natural**, que incluye conocimiento de todas las posibilidades: todo lo que podría suceder bajo cualquier circunstancia. En segundo lugar, Dios tiene **conocimiento gratuito**, que se refiere al conocimiento de lo que realmente sucederá en el mundo. Finalmente, está el **conocimiento intermedio**, que Craig describe como el conocimiento de Dios de lo que sucedería en diversas circunstancias. Este conocimiento medio cierra la brecha entre lo que es posible y lo que ocurrirá, dándole a Dios una comprensión única de los resultados potenciales basados en nuestras decisiones libres.
¿Qué es el conocimiento medio?
El conocimiento medio es un concepto crucial en la explicación de Craig sobre la presciencia divina y la libertad humana. Propuesto por primera vez por el teólogo jesuita Luis de Molina en el siglo XVI, el conocimiento medio sugiere que Dios no sólo sabe lo que podría suceder y lo que sucederá, sino también lo que sucedería si se cumplieran ciertas condiciones. Por ejemplo, Dios sabe qué almorzarás mañana, pero también sabe qué elegirías comer si estuvieras en una situación completamente diferente, como vivir en otro tiempo o lugar.
Este conocimiento le permite a Dios prever cómo actuaría cualquier individuo en una situación determinada sin anular su libertad. El conocimiento medio le da a Dios un control increíble sobre el curso de la historia humana sin dejar de respetar la libertad humana. Él puede orquestar eventos de una manera que cumpla Su plan divino, sabiendo de antemano cómo responderán libremente las personas ante diferentes circunstancias.
La armonía de la Providencia y el libre albedrío
Una de las principales ventajas del conocimiento medio es que proporciona un marco para comprender cómo Dios puede mantener la soberanía sobre el universo sin violar la libertad humana. La divina providencia –la creencia de que Dios gobierna y guía el mundo– depende de la capacidad de Dios de conocer el futuro y al mismo tiempo permitir que los seres humanos tomen decisiones libres. El conocimiento medio proporciona una manera para que Dios garantice que Sus propósitos se cumplan al colocar a los individuos en situaciones en las que Él sabe que elegirán libremente ciertas acciones.
Craig explica que el conocimiento medio ofrece una solución a la aparente contradicción entre la presciencia de Dios y nuestro libre albedrío. Este concepto le permite a Dios saber cómo cada persona actuaría libremente en cada circunstancia posible, lo que le da el poder de guiar la historia humana sin dictar cada elección individual. Al seleccionar el mundo real donde los individuos toman ciertas decisiones libres, Dios puede lograr Sus propósitos y al mismo tiempo permitir que las personas ejerzan su libertad.
Omnisciencia Divina y Complejidad Infinita
Una pregunta que surge a menudo cuando se discute el conocimiento medio es si es lógicamente posible que Dios maneje la inmensa complejidad de las decisiones humanas. Después de todo, la cantidad de posibles decisiones tomadas por miles de millones de personas a lo largo de la historia es asombrosa. Sin embargo, Craig sostiene que esto es precisamente lo que hace que la omnisciencia de Dios sea tan notable. Si bien la gran cantidad de opciones potenciales puede parecernos abrumadora, un Dios infinito es capaz de comprender y coordinar cada escenario posible sin error.
En otras palabras, el conocimiento medio refleja la grandeza de la infinita sabiduría de Dios. Dios puede prever todos los resultados posibles, seleccionar el que cumpla Su plan y aun así permitir que las personas tomen decisiones libres. Para Craig, esto resalta la majestuosidad de la omnisciencia de Dios, que está mucho más allá de la comprensión humana.
Objeciones y respuestas
A pesar del atractivo del conocimiento medio, algunos críticos argumentan que le da a Dios demasiado control sobre las acciones humanas. Si Dios sabe exactamente cómo responderá cada persona en cualquier situación, ¿no socava esto nuestra responsabilidad por nuestras acciones? Craig aborda esta preocupación señalando que el conocimiento medio no significa que Dios esté controlando nuestras elecciones. En cambio, Dios sabe lo que elegiremos libremente, pero nos permite tomar esas decisiones nosotros mismos. La libertad humana se preserva porque los individuos todavía tienen el poder de actuar de manera diferente, aunque Dios sabe qué elegirán.
Craig también enfatiza que la teología no puede basarse únicamente en lo que nos resulta cómodo o atractivo. Si hay afirmaciones verdaderas sobre cómo las personas actuarían libremente en determinadas circunstancias, entonces Dios debe conocer esas verdades para ser omnisciente. Ya sea que nos sintamos cómodos con este nivel de control divino o no, es esencial reconocer que el conocimiento medio permite que coexistan tanto la omnisciencia divina como la libertad humana.
La importancia del conocimiento medio
El conocimiento medio ha ganado un apoyo significativo entre los filósofos cristianos. Aunque no se acepta universalmente, muchos estudiosos lo consideran una de las formas más eficaces de reconciliar la presciencia divina con la libertad humana. Dean Zimmerman, un destacado filósofo, sugiere que el conocimiento medio puede ser la posición más popular entre los filósofos cristianos contemporáneos, aunque no sea una opinión mayoritaria.
Para quienes valoran tanto la doctrina de la divina providencia como la realidad de la libertad humana, el conocimiento medio ofrece un marco poderoso para comprender cómo estos dos conceptos pueden coexistir. Permite una visión sólida de la soberanía de Dios sin comprometer nuestra responsabilidad por nuestras acciones.
Conclusión: El poder del conocimiento medio
La defensa que hace William Lane Craig del conocimiento medio ofrece una solución convincente a la antigua pregunta de cómo la presciencia de Dios puede ser compatible con la libertad humana. Al proponer que Dios sabe no sólo lo que sucederá sino también lo que sucedería en una situación determinada, Craig proporciona un modelo de omnisciencia divina que preserva la responsabilidad y la autonomía humanas. El conocimiento medio nos permite comprender cómo Dios puede gobernar el mundo sin dejar de respetar nuestra libertad, mostrando la profundidad y complejidad de la omnisciencia de Dios.
Si está interesado en aprender más sobre las opiniones de William Lane Craig sobre la presciencia divina, lo invito a ver la discusión completa sobre este tema visitando el siguiente video: Retrospectiva III de William Lane Craig: La presciencia divina | Más cerca de la verdad.